Cómo manejar los postres y dulces con los niños
Vivimos en una sociedad en la que la gente tiene la costumbre de ofrecer dulces a los niños para ganárselos y que les tomen cariño, nunca falta la abuela, tía, vecina y hasta los mismos maestros que ofrecen dulces, galletas o cosas por el estilo con el fin de alegrar a los niños.
A medida que los niños van creciendo va siendo más difícil controlar exactamente lo que comen, a diferencia de cuando eran bebés, ahora cuando ven un dulce será difícil para nosotras como mamás negarlo porque nos enfrentamos al berrinche y no queremos luchar constantemente por esa situación.
Pero entonces entra la cuestión, ¿cuanto decir que no?, ¿hasta donde negarlos? y ¿cómo manejar esta situación para que no domine el tema en nuestro hogar?
Aquí te van algunas recomendaciones que me ayudan con mis hijos, algunas cosas aplican en ciertos casos y otras no, entonces puedes evaluar tu situación y ver cual de estos consejos te ayudaría para tu caso en particular.
Lo más importante con el tema de los postres es no volverlos la recompensa después de la comida, porque entonces negociamos por ellos convirtiéndolos en el mayor premio y los niños lo perciben como algo importante y quitamos el gusto por los alimentos. Nunca condiciones el postre si se acaba su plato o si prueba algo nuevo.
No les des gran importancia, si los presentas como algo común tus hijos se acostumbrarán a verlos como algo natural y no como algo especial
Habla con tus seres cercanos y llega a un acuerdo, pídeles que si quieren dar algo a tus hijos para que les tomen cariño pueden darle un detalle como un cochecito, unos plumones, o mejor aún que dediquen tiempo para jugar con ellos, ya que eso fomenta más amor que la recompensa por el dulce.
Si de plano en algún lugar sabes que va a haber un dulce que no quieres que tu hijo coma, prepárate de anticipado y lleva una bolsa de algún dulce más sano (alegrías, palanquetas, fruta deshidratada, gomitas de fruta) y convierte a tu hijo en el repartidor oficial, lo vas a hacer sentir importante porque él será quien le de a todos de “sus” dulces y así puede compartir algo dulce pero nutritivo.
Si en tu casa están acostumbrados a servir postre puedes intentar recetas sanas y demostrar con tu ejemplo que la porción de postre es pequeña y solo se sirve una vez, para esto puedes encontrar muchas recetas deliciosas en este blog.
Si tu hijo ya esta acostumbrado a recibir el postre si se come su comida, tendrás que ofrecer el postre al mismo tiempo que sus alimentos por un tiempo hasta que se le elimine la ansiedad por el, entonces puedes explicarle que van a cambiar la dinámica y de ahora en adelante su porción de postre o su dulce va a estar en la mesa junto con todos los alimentos y el puede elegir en que momento se lo come (por lo general al principio se comen primero el dulce) pero empezamos a cambiar la mentalidad de que el postre es el premio, y lo bajamos de nivel dándole más importancia a la comida.
Es preferible cerrar el ojo en algunas ocasiones con tal de no generar ansiedad en tus hijos por el tema, y convertirlo en un motivo de lucha de poder, mas vale permitir uno que otro dulce de vez en cuando y así por lo menos no se vuelve algo que genere que tu hijo se esconda o que lo desee con todas sus fuerzas
Si tu hijo esta obsesionado por algún dulce en general, puede funcionar que en un momento especifico PLANIFICADO, preferiblemente después de comer, le ofrezcas una cantidad bastante generosa de ese dulce en una bolsa y le digas que puede comerse los que desee, ayuda si le das un vaso de leche para que no sea tan fuerte el efecto del azúcar en ese momento, permítele sin hacer ningún comentario comer aunque sean muchísimos. Y puedes repetir esto una vez a la semana hasta que tu hijo pierda el interés por esto.
Modela una conducta de fuerza de voluntad, di en voz alta, “se me antoja comer todas estas galletas, pero solamente voy a comer una porque si no me va a hacer daño”
Explica como el exceso de dulces así como de cualquier alimento no es bueno para nosotros, los niños mayores de 3 años podrían entender esto…
Da el ejemplo que si comemos demasiado brócoli nos va a doler la panza, al igual que si comemos demasiados dulces.
La verdad es que no hay nada que funcione en todos los momentos, pero el balance y los buenos hábitos van a definir que tus hijos por lo general coman de forma saludable y lo más importante es que relacionen la comida con pensamientos positivos.
Espero que esta información te ayude, me encantará leer tus comentarios...
Un abrazo
Lilian